jueves, 7 de octubre de 2010

Recuerdos de un sueño.

Caminando por una de las transitadas banquetas del centro de la ciudad uno puede ver la mayor diversidad de personas; locales, extranjeras, de las mas diversas profesiones y orígenes....a final de cuentas se trata de una ciudad que tiene cierto atractivo turístico y que también tiene importancia económica ya que también es puerto, así que hay una importante cantidad de cruceros que atracan todo el tiempo en los muelles.

Aquel día hacía mi recorrido casual de solo salir a tomar un poco de aire, lejos de mis atareadas actividades laborales de oficina en uno de los muchos edificios que amueblan el apretado centro, económico y político, de la ciudad.
Iba con rumbo a la cafetería de Mari. Salí tarde de mi departamento esa mañana por culpa de mis retrasos. Últimamente he tenido sueños de persecuciones que por alguna razón disfruto. A veces pienso que soy adicto a esos delirios. Me dejan pensando acerca de ellos unas horas. Me agradan aunque me quiten el tiempo por las mañanas. El tiempo que debería ocupar para desayunar.

En mi camino a la cafetería iba viendo a las personas hacer sus cosas. Es otra de las actividades que disfruto. Justo llegando a la esquina había un hombre apoyado en la pared, parecía nervioso. Tal vez pensaba que lo correrían del trabajo o eso asumí ya que el hombre, a pesar de lo desaliñado, traía puesto un traje. Últimamente hay empresas que están haciendo recortes de personal. Eso de las crisis esta duro...

Mientras divagaba para mis adentros intensamente sobre la escena y la crisis, así como un pestañeo ocurre en un tiempo que ni te enteras, sucedió lo inesperado con el hombre en cuestión. Jaló la mochila de uno de los hombres que pasó a su lado. Era un ladrón.

"¡Sufre perra!"....
"JAJAJAJAJAJA"....

Era casi diabólico. Hasta su risa era perturbadora.¿En que momento sucedió todo esto?¿que paso?¿fue el quien hizo esto? Se veía normal....¿Será bipolar?.....

Todo eso invadió mi mente cuando vi que golpeó brutalmente a ese hombre nada mas porque le intentó robar una mochila a su acompañante. Pero así como pasó eso, un anciano salió de la nada, lo tomo del cuello con el brazo y se lo llevó a alguna parte. ¿¡Que rayos?!

El frustrado ladrón, luego de levantarse dando tumbos, salió corriendo ya con su intento fallido. Recuperé el sentido del momento y ayudé a levantarse a la víctima original que cayó por culpa del jaloneo...

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